El nivel de juego

Si algo distinguió a los equipos de Carlos Bianchi en la época gloriosa de Boca, fue la certeza de tener una formación casi de memoria, donde estaban claros los once titulares. Situación que hablaba a las claras de la confianza que tenía el entrenador en sus dirigidos, y la tranquilidad que le transmitía a éstos para que rindan en gran nivel. 

Hoy los tiempos son otros, y con un plantel que no armó, en medio de la temporada, el Virrey se encuentra ante la encrucijada de elegir a los adecuados para encontrar un rumbo futbolístico que aparece muy lejano.

Haciendo un repaso de los nombres con los que cuenta Bianchi, pocos son los cuentan con el rótulo de titulares, y allí está el gran dilema para el entrenador Xeneize. Está claro que Juan Román Riquelme será su principal referente, cuando esté en condiciones de volver. Y junto a él se pueden sumar, con un puesto asegurado, Agustín Orión en el arco, Clemente Rodríguez en el lateral izquierdo, el Burrito Martínez en ataque y Guillermo Burdisso en la zaga central.

Apenas cinco jugadores, por lo que al Virrey le faltan definir seis posiciones. Y en ese sentido, su principal preocupación pasa por la defensa, donde el lateral derecho y el primer zaguero central siguen sin dueños, antes las flojas performances de Franco Sosa, Emiliano Albín, Christian Cellay y Matías Caruzzo.

Después de Tigre, quedó claro que por la banda deberá seguir probando, mientras que se abrió un crédito para el Chiqui Pérez por el centro. En la mitad de la cancha, el equipo encontró recuperación en Erbes y Ribair Rodríguez, pero sigue sin fútbol. Y en ataque, todo parece estar supeditado a lo que haga el Burrito Martínez.

 Franco Sosa - Uno de los que pelea por ganarse el puesto de lateral derecho. Está recuperándose de un desgarro, pero por sus bajas producciones nunca se pudo afirmar como titular.

Pablo Ledesma - En otro momento estaría fuera de discusión, pero luego de la operación de hernia a la que fue sometido, jamás retomó su nivel. Se lo ve falto de confianza, perdido.

Walter Erviti - Se lo ve mal físicamente, como sintiendo el desgaste de llegar en ataque y luego retroceder a posiciones defensivas. Esa situación lo llevó a perder protagonismo.

Emiliano Albín - El uruguayo tampoco logró quedarse con el lugar de Ibarra. Tiene buena proyección ofensiva, manejo de pelota. No es un gran marcador, muy distraído tácticamente.

Guillermo Fernandez - En un mediocampo con poco manejo, es uno de los pocos que aporta prolijidad. Le juega en contra su inexperiencia, la que a veces lo lleva a cometer equivocaciones.

Lucas Viatri - Postergado por Falcioni, a punto de ser transferido, arrancó esta etapa como suplente de Silva. Tiene condiciones para ser titular en la medida que recupere actitud.

Santiago Silva - De titular indiscutido pasó ser uno de los más cuestionados. Otro que está falto de confianza, siempre a contramano de la jugada, sin fuerza, muy lejos del arco rival.

Leandro Somoza - Llegó de la mano de Falcioni como uno de los grandes refuerzos, pero con el correr del tiempo fue cayendo notoriamente en su rendimiento. Muy cuestionado por el hincha.

Matias Caruzzo - Parecía destinado a tomar la voz de mando en defensa tras la partida del Flaco Schiavi, pero fracasó rotundamente, al menos en estos primeros partidos. Muy bajo nivel.
 
Claudio Pérez - El Chiqui es uno de los refuerzos pedidos por el Virrey para lograr mayor altura y personalidad en el fondo. Jugó mal en el verano, se desgarró, recién vuelve. Una incógnita.

Cristian Erbes - Entra y sale del equipo, lo que le genera inseguridad y le provoca que no logre afirmarse en el puesto. Está un escalón arriba de Somoza, al menos por entrega.

Nicolás Blandi - Decidió quedarse en Boca por más que estén Silva y Viatri adelante suyo. Está a la espera de su chance, la que puede llegarle en la medida que éstos no rindan.