Román inició su
segunda jornada de trabajo con el objetivo de que Bianchi lo mande a la
cancha cuanto antes, firmó autógrafos y recibió una bandera de regalo.
La otra novedad: Ledesma volvió a entrenarse a la par del plantel.
Juan Román Riquelme inició su segunda semana de entrenamientos en su puesta a punto para calzarse de nuevo la 10 de Boca,
al tiempo que la jornada de este martes arrojó otra novedad importante:
Pablo Ledesma reanudó los ensayos a la par de sus compañeros.
Riquelme prosiguió con su puesta a punto y se brindó un espacio de interacción con los hinchas. El ídolo firmó autógrafos y recibió una bandera de regalo.
Ledesma, lesionado en su aductor izquierdo y ausente en los últimos tres partidos del equipo, participó de los ejercicios físicos y de fútbol en espacios reducidos que realizaron bajo la lluvia los jugadores que no actuaron el domingo pasado en la igualdad ante Tigre, de visitante, por la segunda fecha del Torneo Final.
El mediocampista por derecha estuvo primero en el gimnasio y luego salió al césped de una de las canchas auxiliares del predio de Casa Amarilla, donde los futbolistas se movieron a las órdenes de Marcelo Herrera y José Castro, ayudantes de Carlos Bianchi.
No obstante, Juan Sánchez Miño, quien se recupera de una luxación en su hombro dereho, realizó los ejercicios físicos del plantel pero no participó luego en el fútbol reducido, mientras que Franco Sosa, aquejado por un desgarro en la pierna derecha, se movió de manera diferenciada.
Riquelme prosiguió con su puesta a punto y se brindó un espacio de interacción con los hinchas. El ídolo firmó autógrafos y recibió una bandera de regalo.
Ledesma, lesionado en su aductor izquierdo y ausente en los últimos tres partidos del equipo, participó de los ejercicios físicos y de fútbol en espacios reducidos que realizaron bajo la lluvia los jugadores que no actuaron el domingo pasado en la igualdad ante Tigre, de visitante, por la segunda fecha del Torneo Final.
El mediocampista por derecha estuvo primero en el gimnasio y luego salió al césped de una de las canchas auxiliares del predio de Casa Amarilla, donde los futbolistas se movieron a las órdenes de Marcelo Herrera y José Castro, ayudantes de Carlos Bianchi.
No obstante, Juan Sánchez Miño, quien se recupera de una luxación en su hombro dereho, realizó los ejercicios físicos del plantel pero no participó luego en el fútbol reducido, mientras que Franco Sosa, aquejado por un desgarro en la pierna derecha, se movió de manera diferenciada.
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