La primera final de la Libertadores y la definición de la Copa Argentina están previstas para la última semana de junio, tres días después de la última fecha del Clausura.
A partir del victorioso andar de
Boca, la
AFA puede tener un problema con los calendarios en los próximos días. Sucede que si el equipo de
Julio Falcioni logra ser finalista de la
Copa Libertadores y la
Copa Argentina, se producirá una superposición de fechas que asoma difícil de resolver.
El partido de ida de la definición del máximo certamen continental está programada para el 27 de junio. Y para esa misma semana se prevé la final de la competencia local que se disputa desde este año. Ambas citas serían en la semana posterior a la última fecha del
Clausura, donde
Boca es líder.
Si el
Xeneize supera a la
Universidad de Chile y a
Deportivo Merlo, habrá que hacer movimientos. Y la
AFA no podrá trasladar la final de la
Copa Argentina a la semana siguiente, porque el 4 de julio se definirá la
Libertadores.
Por consiguiente, la única alternativa que le quedaría la entidad madre del fútbol nacional es fijar la final de la
Copa Argentina para el fin de semana del 30 de junio, entre ambas definiciones de la
Libertadores y con buenas posibilidades de que sus hipotéticos rivales en la final alcen la voz para protestar.