lunes, 1 de julio de 1991

Mannarino y su pase a Boca, River, San Lorenzo y Racing

Podemos discutir horas si Rolando Francisco Mannarino era un buen delantero. Y tal vez nunca nos pongamos de acuerdo. Ahora, lo que no podemos negar es que a mediados de 1991, este puntero derecho con mucha velocidad y potencia pero con un bajísimo promedio de gol, pasó a ser la figurita de moda del momento. Y prueba de eso es que fueron a la carga por sus servicios, nada menos que cuatro equipos grandes. Y todos al mismo tiempo. Antes de comenzar la temporada 1991/92.


El primero en moverse fue el Racing dirigido por Perfumo. Lo quiso tener para la Liguilla. Pero los eternos problemos de guita de la Academia hicieron que el efectivo no alcanzara y la transferencia no se pudo hacer. A continuación, el que golpeó las puertas del Lobo fue River. Passarella estaba necesitado de tener un delantero por afuera para asistir a Ramón Díaz y de paso tener alternativas, pero la novela no tuvo un final feliz.

Boca, de ninguna manera quiso ser menos. Alegre y Heller, desesperados por ganar un campeonato, compraban al voleo en esa época y fueron como locos por Mannarino. Pero al final, el pase se frustró, ya que lo pensaron mejor (?) y al que compraron fue a su compañero de ataque, el Gaby Amato.

El último de la cola fue San Lorenzo. Y fue el que más cerca estuvo de llevarse a Mannarino. La oferta económica se acercó bastante a lo que valía su pase pero al final no se pudo hacer. ¿Por qué? Ni Mannarino lo supo: “…mi intención era dar el salto. Qué se yo por qué no se hizo. A mi me hubiera gustado cualquiera de los grandes…”. Lo concreto es que Mannarino, seguramente a las puteadas, se tuvo que quedar piolín piolita en Gimnasia de La Plata. Fuente En una baldosa

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