Barros Schelotto, que prometió “robarle” a Carlos Bianchi el aparatito para comunicarse con el Todopoderoso, festejó ayer otro golazo: tendrá a Carlos Tevez en la preparación para las semifinales.
La etapa más gloriosa de Guillermo Barros Schelotto como jugador de Boca fue con Carlos Bianchi en el banco de suplentes.
Y teniendo en cuenta cómo fue la definición por penales ante Nacional, parece haber heredado el celular de Dios que, se decía, tenía el Virrey. Con humor, el Mellizo destacó que el famoso celular lo sigue teniendo el hombre más ganador de la historia del club como técnico, pero tiró con una sonrisa cómplice: "El celular lo tiene Bianchi, pero se lo voy a robar", dijo el actual DT de Boca.
Lo cierto es que las "buenas" siguen llegando para Guillermo Barros Schelotto aunque todavía no le robó el celular de Dios a Bianchi: un día después de la clasificación a semifinales de la Libertadores con toda la angustia, el Tata Martino pasó lista para la Copa América y excluyó a Carlos Tevez, el as de espadas de Boca, y es otro alivio para el cuerpo técnico xeneize que podrá hacer la pretemporada con el Apache adentro y sin que llegue desgastado y cansado de la cita de la Selección, justo en medio de la preparación para el tramo final de la Copa.
"Sería un alivio que entrene con nosotros pero también está bueno para el jugador ir a la Selección", dijo Guillermo sobre Tevez y antes de que saliera la lista del Tata. Y más allá de que el Apache no podrá jugar un torneo de tanta importancia en lo personal, puertas adentro todos los integrantes del plantel boquense se sienten felices por la decisión de Gerardo Martino. Lo cierto es que Guillermo está feliz de tener a Boca en semifinales: "Esta experiencia fortalece. Te da tranquilidad sobre la calidad de jugadores. Confiaba poder llegar hasta el final en la Copa Libertadores más allá de que no formamos el plantel, porque hay buenos jugadores", se alegró.
Una persona copera
Hoy le toca dar indicaciones desde afuera, pero el Melli sabe como pocos lo que es jugar un torneo de estas características. Con el Xeneize salió campeón cuatro veces la Libertadores, en 2000, 2001, 2003 y 2007. Ahora, está en busca de su quinta, en este caso. desde el banco de relevos. Para eso, pretende esperar a que se recuperen algunos soldados que tiene, y este parate le vendrá bárbaro. Además, quiere incorporar algún refuerzo, aunque es difícil porque las limitaciones que se dan para, los refuerzos, puedan ser ingresados en las semifinales.
Nombres hay muchísimos dando vuelta por La Boca, pero casi todos son para afrontar el torneo local del segundo semestre del año, y la Copa Argentina.
En relación al torneo continental, hay que recordar que sólo podrán participar las incorporaciones que lleguen desde el fútbol local, y que no hayan jugado esta edición. Es decir, que ningún futbolista de Racing, Huracán, San Lorenzo, River y Rosario Central, podrá defender los colores azul y oro en lo que queda.
De estas restricciones se salva Fernando Zuqui, el volante de Godoy Cruz que está cumpliendo un campeonato bárbaro.
Orión, el héroe
El arquero xeneize fue el héroe de la clasificación: tapó tres penales y se convirtió en el responsable de que Boca supere a Nacional y dispute una nueva semifinal de la Copa Libertadores ante el ganador de la serie entre Pumas de México e Independiente del Valle de Ecuador.
"Todo, le debemos todo", afirmó Guillermo Barros Schelotto en referencia a la destacada actuación de Agustín Orión. Ocurre que el arquero de Boca Juniors, quien cumplía 200 partidos defendiendo el arco Xeneize, fue la figura del encuentro frente a Nacional al tapar tres penales sobre seis que le patearon.
"El equipo tiene coraje, mucha hombría, revierte los momentos difíciles y saca lo que tiene que sacar el jugador de Boca en estas instancias", afirmó Agustín Orión luego de recibir el trofeo como "Mejor jugador del partido".
Orión además destacó el trabajo de Juanjo Romero, entrenador de arqueros, con quien practicaron penales en la semana por si Boca debía sufrir la instancia de definición desde los 12 pasos.
El arquero lamentó las lesiones de Meli y Chávez aunque destacó que "por suerte tenemos 40 días para recuperarnos y llegar de la mejor manera a las semis".
Orión confesó que le entregó los guantes a su hijo Lucas y agradeció el apoyo de su familia en los momentos delicados que le tocó pasar en el arco azul y oro: "Se sufre mucho siempre que se dicen cosas que no son ciertas, estar en un club grande no es para todos, yo disfruto mucho y mi familia siempre están conmigo".
