martes, 2 de septiembre de 2014

Russo habló de Bianchi

Miguel Ángel Russo, el técnico de Rosario Central, rival de Boca el jueves por la Copa Sudamericana, lamentó el despido del Virrey



 
"Jugué muchas copas. Son 180 minutos, no sólo 90. Son terribles los cruces entre equipos argentinos, pero terribles. Hay que tener la capacidad de saberlos jugar y llevarlos", analizó el DT.

En declaraciones a Radio La Red, Russo, campeón de la Copa Libertadores en 2007 con Boca, habló sobre el presente del conjunto "xeneize", que resucitó con la salida de Bianchi y el arribo de Rodolfo Arruabarrena.


"En este tipo de situaciones, con todo lo que se produjo en Boca, digo que hay que ser muy cauto. Sé que nos va a tocar un partido de Copa, estamos hablando mucho con lo más grandes para inculcarle a los más jóvenes lo que es jugar la Copa. Estuvimos haciendo un repaso de cómo llegamos hasta acá para valorarnos nosotros mismos", opinó.

Y, enseguida, admitió que le "dolió lo de Bianchi", una sensación similar a lo que le produjo la salida de Carlos Bilardo como director general de Selecciones nacionales.

"Vamos a sufrir mucho sin Carlos y Grondona a nivel internacional, y no sólo por el plano futbolístico", avisó.

Además, Russo indicó que la mentalidad de su equipo y que siempre "recalco como lema" es que se puede "perder un partido, pero no dos seguidos". "Eso lo tenemos bien conceptuados", remarcó el DT de Central, que está cuarto en el torneo Transición con tres triunfos -el último el viernes pasado frente a Defensa y Justicia como visitante- y dos derrotas. .

La reaparición de Pablo Ledesma

El volante viajará a Rosario para el partido que Boca jugará frente a Central el jueves, por la Copa Sudamericana.

Rodolfo Arruabarrena citó este martes al mediocampista Pablo Ledesma, quien no había sido tenido en cuenta en este semestre, para el partido del pŕoximo jueves ante Rosario Central, como visitante, por la ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana.

A su vez, el entrenador de Boca también decidió los regresos del lateral derecho Hernán Grana, ausente frente a Vélez Sarsfield por el campeonato de primera división, y del delantero Juan Manuel Martínez, quien se recuperó de un desgarro que sufrió en la primera fecha.

El que no será de la partida será el lateral izquierdo Emanuel Insúa, quien también ya está a disposición luego de haber dejado atrás un desgarro que sufrió en la duelo por Copa Argentina ante Huracán.

Ledesma, de 30 años, concentrará por primera vez en el semestre ya que anteriormente no fue tenido en cuenta por Carlos Bianchi y solo había jugado en reserva.

En cuanto al equipo para visitar al 'Canalla', el 'Vasco' dispuso un trabajo táctico en el que dividió a defensores, volantes y delanteros y no dio indicios pero se estima que la base será la misma que comenzó el triunfo sobre Vélez Sarsfield (3-1) del pasado domingo y sería solo una duda la que mantiene el cuerpo técnico: Luciano Acosta o Andrés Chávez.

Boca formaría entonces con Agustín Orión; Leandro Marín, Mariano Echeverría, Daniel Díaz y Nicolás Colazo; Cristian Erbes; Federico Carrizo, Marcelo Meli, Gonzalo Castellani; Chávez o Acosta y Jonathan Calleri.

El resto de los citados para completar el banco de suplentes son Emanuel Trípodi, Lisandro Magallán, Grana, Nahuel Zárate, Ledesma, Emmanuel Gigliotti y el 'Burrito' Martínez.

El plantel volverá a entrenarse mañana desde las 10 en Casa Amarilla, a puertas cerradas, y luego partirá hacia Rosario donde quedarán concentrados a la espera del partido programado para el jueves a las 21.15 en el estadio 'Gigante de Arroyito', con el arbitraje de Mauro Vigliano.

Un cambio que trajo tranquilidad y confianza

Todos recibieron bien el mensaje sencillo de un entrenador joven y se reflejó sobre el escenario de juego. Ayer algunos futbolistas hablaron de esperanzas y aire renovado. Un buen síntoma.

Tranquilidad y confianza. Esto es lo que el futbolista de Boca recuperó con el arribo de Rodolfo Arruabarrena. El cambio de conducción revirtió el estado de ánimo de un grupo que venía atormentado por los malos resultados y que cargaba con la frustración de un cuerpo técnico, el anterior, acostumbrado al éxito y las consagraciones y que no llegó a identificarse del todo con esta plantilla.
La humildad y la sencillez del "Vasco", junto a su grupo de trabajo formado por profesionales menores de cuarenta años, hizo sentir muy cómodos a los jugadores desde la primera charla, descontracturó a los que se mostraban incómodos y renovó las expectativas de aquellos que no estaban en carpeta o que habían sumado muy pocos minutos durante los primeros capítulos oficiales de la temporada.
En este último ítem los casos de César Meli, gran figura en el triunfo del domingo, y Nicolás Colazo, en el segundo escalón del podio de los mejores jugando en una posición que no le es habitual, son las muestras más claras para graficar la transformación que se vio, sobre todo en el segundo tiempo, en el partido ante Vélez.
"El entrenador nos cargó de confianza con su mensaje y esto llevó a un cambio de actitud", dijo ayer el propio César Meli, la gran sorpresa que ofreció el primer equipo del Vasco Arruabarrena.
Y como el mediocampista ex Colón, también Mariano Echeverría, otro que rindió ante Vélez, aseguró que "el Vasco hizo hincapié en el compromiso. Nos remarcó pelear cada pelota como si fuera la última. Siempre un cambio de técnico renueva las esperanzas de un plantel. El Vasco demostró que es un técnico que no está cerrado a una idea y que se adapta al plantel que tiene".
Una bocanada de aire fresco y renovación se instaló en Boca y con ella aparecieron las sonrisas.
 
Por Gabriel Fernández
Diario Popular

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