Bianchi sorprendió con Lautaro Acosta y Cristian Erbes de entrada, y sin Leandro Paredes ni Pol Fernández en el equipo titular.
La formación con la cual Boca saltó anoche a la cancha, en una ocasión tan especial como esta, en su debut por la Copa Libertadores, nada menos fue una verdadera incógnita aún para los jugadores, que se enteraron de la misma a último momento. Una de las decisiones que tomó fue la inclusión de Lautaro Acosta, pero no como atacante, sino como volante por la derecha y recorrer más metros en la cancha, una función que no les ajena, ya que allí se desempeñó en algún momento en Lanús y allí terminó jugando en los últimos minutos del partido frente a Quilmes, en donde Boca se quedó con un jugador menos.
Eso conllevó un cambio de dibujo táctico, ya que se pasó del 4-3-1-2 al 4-4-2, con la inserción de Cristian Erbes para armar un "doble cinco" con Leandro Somoza y así evitar que el ex hombre de Vélez, que fue blanco de las reprobaciones en el partido ante los cerveceros, no quedara tan expuesto.Y cuando se barajaba la presencia de Ribair, apareció el Pichi Erbes.
Ante esta circunstancia, Bianchi decidió excluir del equipo a Leandro Paredes, quien hasta este momento había sido el enganche, lugar que ocupará Juan Román Riquelme, cuando esté en óptimas condiciones físicas para afrontar la competencia.
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