Se cruzaron feo
antes de un corner, con el resultado ya 2-3 en contra, y el arquero
empujó al uruguayo, quien respondió de muy mala manera.
Otra derrota. Otra vez los reclamos,
los insultos y las peleas en pleno partido. Los protagonistas
centrales de una fuerte discusión fueron Agustín Orión y Emiliano Albín.
Esto se dio apenas unos días después de los cruces que se dieron en San Juan, también durante el encuentro y entre jugadores experimentados y juveniles, y que llevaron a Carlos Bianchi a tomar la postura de dejarlos solos en el camarín "hasta que aclaren todas las diferencias".
Incluso, en el entrenamiento del último martes, el entrenador charló largo y tendido con Matías Caruzzo y Juan Sánchez Miño, dos de los que se "pelearon" en público. Está claro que el mal presente futbolístico, las derrotas, los goles recibidos y la incertidumbre que proyecta el futuro del equipo en esta Libertadores, tienen a todos los protagonistas más que nerviosos.
Mientras tanto, desde el Nemesio Diez el mensaje que llegó, a pesar que reinó el silencio, fue el de un Carlos Bianchi que reiteró que "la verdadera Copa arranca a partir de la próxima ronda con los cruces de octavos".
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