El parte médico cargado ha sido una constante en esta etapa del Virrey,
en la que apuntan a una exigencia excesiva en la preparación física.
Riquelme, el más afectado, con dos desgarros, una distensión y un
esguince.
En este raro presente de Boca, que transita de la alegría a
la decepción sin escalas, existen razones futbolísticas de peso, pero otras de
carácter físico, que han limitado de manera determinante el poder de maniobra
del técnico Carlos Bianchi. Se trata de las lesiones, que han sido una constante
desde que el Virrey asumió a principios de año y que, con el inminente desgarro
de Cristian Erbes -hoy se conocerán los estudios- llegan al increíble número de
40, según un informe del sitio muyboca.com.ar.
De ellas 22 tienen que ver con problemas musculares, lo que
habla a las claras de una exigencia desmedida, no sólo en cuanto a la
competencia -en el primer semestre jugó en tres frentes- sino también en la
preparación, donde puertas adentro se critica la severidad con que el profe
encara la semana de trabajo.
El parte médico es encabezado por Riquelme, que se lesionó cuatro veces (dos distensiones, un desgarro y un esguince de rodilla), y seguido de cerca por el Chiqui Pérez, con tres (dos distensiones y un desgarro), pero en total abarca a 26 jugadores, lo que deja en claro que no se trata de cierta debilidad en algunos de ellos sino de una tendencia generalizada, que poco tiene que ver con la mala suerte.
El domingo, aparentemente, podría volver Riquelme, pero Bianchi deberá extremar su ingenio para ver a quien pone de lateral derecho, ante las lesiones sucesivas de Marín y Erbes, mientras prende velas para que el Cata Díaz pueda estar en el Superclásico. Un dolor de cabeza para el Virrey, que por ahora no figura...
El parte médico es encabezado por Riquelme, que se lesionó cuatro veces (dos distensiones, un desgarro y un esguince de rodilla), y seguido de cerca por el Chiqui Pérez, con tres (dos distensiones y un desgarro), pero en total abarca a 26 jugadores, lo que deja en claro que no se trata de cierta debilidad en algunos de ellos sino de una tendencia generalizada, que poco tiene que ver con la mala suerte.
El domingo, aparentemente, podría volver Riquelme, pero Bianchi deberá extremar su ingenio para ver a quien pone de lateral derecho, ante las lesiones sucesivas de Marín y Erbes, mientras prende velas para que el Cata Díaz pueda estar en el Superclásico. Un dolor de cabeza para el Virrey, que por ahora no figura...
No hay comentarios:
Publicar un comentario