lunes, 28 de enero de 2013

El debút soñado

Con dos goles del debutante Juan Manuel Martínez y otro del Tanque Silva, que se fueron ovacionados, Boca goleó 3-0 a Independiente y logró el primer triunfo en el verano. La mala: las lesiones de Orion y Ribair. Bianchi, que vivió la noche con mucha intensidad, ya piensa en los últimos dos superclásicos.


Noche perfecta. Debut soñado. Primer gol. Primer triunfo. Mejor no podía haber imaginado Juan Manuel Martínez su primera vez con la camiseta de Boca y su primera vez al lado de un viejo conocido como Santiago Silva. Porque todo el tiempo que el Burrito se tomó para resolver las cuestiones legales y administrativas para desligarse de Corinthians no le hizo falta para gritar su primer tanto en su nuevo club. Se puso la 7, la que inmortalizó Guillermo, y enseguida le hizo honores con movilidad, desbordes y goles. Dos, de zurda, como demostrar la variedad de recursos y otro de su socio uruguayo para cerrar la noche bien arriba.

Que la última prueba en Mar del Plata iba muy en serio más allá de que la Copa ya tuviera un ganador quedó clarísimo enseguida, no sólo por los nombres de la formación inicial, sino por la actitud del propio Carlos Bianchi pegado a la línea de cal. De pie, activo, intenso, reclamando, exigiendo, alentando, como si fuese verdaderamente el primer partido por los puntos y no el tercer amistoso del verano. Nada que ver con ese Virrey reposado, analítico, que miró mucho y habló poco en los primeros partidos cuando la prioridad era la preparación física. Y el equipo le respondió en la cancha. No sólo con el triunfo, el primero del año, sino con esa intensidad y dinámica que el técnico quería empezar a ver.

Boca salió con decisión, con Paredes como eje de juego, con el Burrito desbordando por acá y por allá y con Silva buscando esa bola que recién al final le quedó a tiro, pero la primera jugada clara llegó por la cancha de arriba, vía Lisandro Magallán, que metió la cabeza dos veces en un minuto. Un tiro dio en el travesaño y el otro lo interceptó Navarro. Fue un aviso para un Independiente que tuvo su oportunidad con un remate de Godoy que Caruzzo salvó en la línea y que luego se fue desdibujando. Con el transcurso de los minutos, y del esfuerzo, el partido perdió ritmo y emociones. El Virrey se fue conforme con el rendimiento pero preocupado por las lesiones de Ribair, que le dejó su lugar a Guillermo Fernández, y sobre todo del arqueo Orion, que fue reemplazado por D'Angelo.

En el horizonte aparece River, el martes en el Mendoza, y la revancha el sábado en Córdoba, pero el técnico piensa sobre todo en el debut en el torneo ante Quilmes y en el estreno del 13 de febrero por la Copa Libertadores. Allá vamos... Con una dupla letal.

Texto: Prensa Boca Juniors

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