Con su frescura y simpatía, el argentino causó furor entre los seguidores que hasta llegaron a corear su nombre en pleno fan zone.
A lo largo de las dos sesiones sumó 43 vueltas (23 en la primera y 20 en la segunda), lo que constituye prácticamente una carrera completa.
En ambas finalizó en la posición número 17 y estuvo muy cerca de los registros de su compañero de equipo, Alex Albon.
Lejos de verse desbordado por la presión que supone competir al más alto nivel, el nacido en Pilar se mostró distendido y sorprendió al gritar por Boca, el club de sus amores, en pleno escenario.
Horas después, con las revoluciones más bajas, se hizo de unos minutos para compartir en sus redes sociales el apoyo del público y destacó una camiseta del Xeneize de entre la multitud. "Remera de Boquitaaaa", escribió en una historia de Instagram. Lo que se dice un verdadero fanático...
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