Mientras un ídolo de la estatura de Palermo recorre el final de su carrera, Boca duerme tranquilo porque ya tiene la cuota de gol garantizada.
El narigón la peleó desde abajo y hasta tuvo que emigrar al exterior para foguearse, pero su producción en el Apertura 08 sumado al olfato y la capacidad técnica dejaron a Lucas Viatri en la dulce espera.